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Boquiñeni recuperó el toro de fuego 15 años después.

  • REDACCIÓN
  • 26 may 2024
  • 2 Min. de lectura

Por A.S.


Con la llegada de los últimos días de mayo, llegan las fiestas de Boquiñeni en honor a San Gregorio, al Santo Cristo de la Capilla y a San Miguel. Y, como no pueden faltar en ningún pueblo de la ribera sus festejos taurinos populares, protagonizados por las ganaderías vecinas de José Luis Cuartero de Pradilla de Ebro y Francisco Murillo Conde de Tauste. Este año con la novedad de la recuperación del toro de fuego en la localidad tras 15 años sin celebrarse.


El sábado por la tarde, como es costumbre, antes del inicio de la suelta de vacas por las calles se realizó el tradicional desencajonamiento de las reses desde el rabal hasta los corrales de la calle. Un acto en el que los más valientes corren delante de las reses que posteriormente se soltarán en la calle.


Tras finalizar el desencajonamiento se comenzó con la suelta de vacas en la calle por parte de la ganadería taustana. Un total de siete vacas fueron las protagonistas durante la primera hora de festejo. Unas reses que ofrecieron un juego variado con reses con mucha movilidad que no pararon de recorrer el encierro y reses que se entregaron en la zona de la plaza ante la multitud de recortadores que se dieron cita.


Cabe destacar la tercera res de la tarde, de pelo colorado y con esquilo que fue la más completa de la primera hora. Una vaca que recibió multitud de recortes y que respondió a todos ellos con bravura y entrega. Fue aplaudida cuando pasó a ser recogida a los corrales.

La segunda hora del festejo tuvo lugar en la plaza del ayuntamiento. Una peculiar plaza con arena y una fuente en medio rodeada de maderos para que los valientes y no tan valientes se puedan refugiar en ella.


Se dieron cita multitud de recortadores tanto de anillas como quebradores, algo que facilitó el lucimiento de las reses. En ocasiones, fueron excesivos los recortes no dejando coger aire al animal y agotándolo en exceso. El ganadero taustano presentó un lote marcado por la juventud, en la que se vieron animales de todo tipo de pelajes y que ofrecieron diferente juego ante los cites de los recortadores.


La ultima res de la tarde, rompió uno de los tableros que rodean la fuente central de la plaza originando momentos de tensión entre los que se encontraban dentro de la fuente. Uno de ellos fue alcanzado por la vaca al no saber dónde estaba la res y tuvo que pasar a los servicios sanitarios para ser atendido y trasladado.


A las 12 de la noche comenzó el toro de fuego embolado en la plaza por la cuadrilla de Épila y perteneciente a Francisco Murillo Conde. El ganadero presentó un capón chorreado que recorrió las calles de Boquiñeni en varias ocasiones y acudió a los cites de los más valientes. Tras encerrarlo en los corrales, se procedió a dar suelta de varios añojos en la plaza de arena para los más atrevidos. Numerosos fueron los revolcones sin consecuencias ante una plaza llena y que disfrutó de la noche.

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